Fue
durante un allanamiento realizado en un local comercial de la calle 25 de agosto
al 2000. Los efectivos de la Brigada incautaron armas de puño de diversos
calibres, escopetas y carabinas.
El propietario del comercio, quien recuperó la libertad, dijo que era coleccionista, pero de acuerdo a las leyes nacionales las armas deben estar inactivas y en un lugar especial. La investigación surge a raíz de un robo ocurrido en el mes de abril.
El
procedimiento, que llevó a cabo la brigada de la comisaría Seccional cuarta,
surge por la investigación de un robo, en el que delincuentes secuestraron del
interior de un auto una pistola Bersa calibre 40, de acuerdo a lo establecido
por la causa las armas habrían sido comercializadas.
Las
armas, que se encontraban activas, estaban en una habitación del inmueble donde
también se hallaron municiones de distintos calibres.
.Es
por eso, que ayer a las 18.30, se realizó un allanamiento en un local comercial
ubicado en la calle 25 de agosto al 2.000. En el lugar los efectivos policiales
incautaron once armas de fuego, armas de puño de diverso calibre, escopetas y
carabinas.
Las
armas, que se encontraban activas, estaban en una habitación del inmueble donde
también se hallaron municiones de
distintos calibres. El propietario del
local alegó ser coleccionista de
armas, pero de acuerdo a las leyes
nacionales las armas deben estar
inactivas y en un lugar especial para su exhibición.
El
hombre, si bien recuperó su libertad queda ligado a la causa. Además no presentó en la dependencia policial la documentación de las armas.
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