Entró
a una casa de la zona norte de San Luis. El acusado ya tiene causas por el
mismo delito. El joven que lo acompañó fue entregado a su madre.
Tal
vez pensó que la lluvia le iba a servir de cortina, porque iba a impedir que en
la calle hubiera ojos indiscretos que lo vieran desvalijando una casa. Pero
tuvo mala suerte y está preso por robo.
El
acusado es Pablo Maximiliano Salama, de 27 años, vecino del barrio 60
Viviendas, que permanece alojado en un calabozo de la Comisaría 6ª de San Luis,
desde el miércoles a la noche. En rigor, no actuó solo. Buscó como cómplice a
un vecino de 25 años que fue arrestado esa noche junto a él, en pleno acto de
transportar el botín.
Pero
un perito psiquiatra del Poder Judicial corroboró que el otro joven sufre una
discapacidad mental que lo convierte en inimputable, explicó ayer el jefe de la
Seccional 6ª, comisario inspector Carlos Villegas.
Para
lograr su liberación, la madre del joven se había presentado en la comisaría y
había dado una declaración testimonial en la que afirmó que sufre una
disminución mental. Su hijo fue liberado con una admonición para ella de que
controle que no vaya a ser usado otra vez por alguien con malas intenciones,
como Salama.
No
es la primera vez que el acusado que quedó detenido enfrenta una acusación, ya
que “tiene antecedentes por robo”, dijo Villegas.
Una
mujer que pasaba en auto permitió abortar el robo y capturar a los autores. Iba
por la manzana 151 del barrio “Juan Gilberto Funes”, en la zona norte, y cuanto
se acercaba a la casa 43 le llamó la atención ver a dos personas que sacaban
cosas de la vivienda. Detuvo la marcha y los observó.
“Trasladaban
bienes a un descampado y a una casa en construcción que, luego se comprobó, es
de un familiar de Salama, pero no tiene nada que ver con el robo”, dijo
Villegas. La testigo llamó al 911 y con ello permitió aprehender a los
ladrones.
La
detención fue realizada por policías del Comando Radioeléctrico y la Comisaría
6ª. Cuando identificaron a los acusados, comprobaron que viven en las
inmediaciones.
Recuperaron
una mesada con bacha, un equipo de música, una conservadora y prendas de vestir
embaladas en cajas. “En la inspección ocular que hicieron esa misma noche,
comprobaron que los ladrones habían forzado la puerta principal para entrar al
domicilio, cuyos dueños tenían todo embalado, ya que pretendían mudarse a otra
casa”.
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