Comisaria 30ma. labra actuaciones a raíz de denuncia radicada en la víspera a la hora 11.30 por la ciudadana Maria Constanza Soloa, quien en su presentación adujo que siendo la hora 10.00, en circunstancias en que se conducía en bicicleta por calle Pringles de este a oeste, a pocos metros de llegar a la intersección con calle Amaro Galan y frente a una remiseria existente en el lugar, en momentos en que se había detenido para atender un llamado telefónico de su profesora de gimnasia de la escuela Remedios de Escalada,
Posteriormente se dirige a su casa sin haber solicitado
auxilio a nadie y le cuenta lo sucedido a su madre tras lo cual radica la
denuncia.
Ante ello de inmediato el personal policial se aboca a
las averiguaciones del caso y en primer término se concurre a efectuar
averiguaciones a la agencia de remises “ciudad” lugar en donde los chóferes
expresan que a esa hora están casi todos y no habían advertido ninguna
situación extraña y que además cruzando la calle hacia el fondo a esa hora
también se entrena un grupo de jugadores de futbol; tampoco observaron huellas
de vehículo en donde la denunciante manifestaba que había subido el auto blanco
y en el lavadero de autos situado a unos veinte metros del lugar expresaron no
haber visto nada.
Posteriormente se solicita al jefe del centro de
control operativo de cámaras de seguridad la filmación de la cámara de
seguridad ubicada en calle Pringles y Amaro Galan ubicada a unos sesenta metros
del lugar y en el horario comprendido entre las 09.00 a 12.00 hs. no se ve
ninguna situación anormal en la zona.
A la hora 22.15 se recepciona una ampliación de
denuncia a la Srta. Soloa quien manifestó que uno de los hombres que la
agrediera tenía un arma de fuego en la cintura y que en el forcejeo le habían roto
la remera que tenía puesta.
Al solicitarle el teléfono celular para verificar el
horario de las llamadas se niega a hacerlo expresando que el mismo tenia
desperfectos y que no registraba llamadas entrantes ni salientes como también
se niega a hacer entrega de la remera aduciendo que la estaba lavando y que no
iban a parar el lavarropas para entregar la prenda y finalmente luego de
terminado el escrito aduce que en realidad la llamada telefónica no era de la
profesora de educación física sino de su ex novio del cual da el nombre pero no
su domicilio y en forma verbal manifiesta que quiere dejar sin efecto la
denuncia que radicara a lo que se le expresa que no era posible tal cosa.
Posteriormente la ciudadana Soloa es examinada por dos
médicos del nosocomio local, quienes ambos coincidieron en que la misma no
revestía ningún tipo de lesión. No obstante las averiguaciones y diligencias
practicadas se prosiguen con las diligencias investigativas a fin de esclarecer
debidamente el caso.
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